lunes, 19 de octubre de 2015

Texto periodístico CORREGIDO (19 de octubre)

1. RESUMEN

En España viene observándose que el número de titulados universitarios es mayor que el de alumnos que optan por la FP, lo que provoca una descompensación en el mercado laboral e incluso afecta a la devaluación salarial de los universitarios, que además encuentran más dificultades para acceder a puestos de trabajo. Entre las posibles causas está el desprestigio social que sigue teniendo la FP respecto a los estudios superiores. Se hacen necesarias medidas que pongan en valor la FP como alternativa orientada a preparar profesionales esenciales para el sistema productivo, al igual que ocurre en otros países de nuestro entorno, con el fin de lograr un sistema educativo más flexible y adaptado a las necesidades de la sociedad. 

2. TEMA

El mayor número de titulados universitarios respecto al de titulados en FP, causante de desequilibrios en el mercado laboral español, y la necesidad de corregir este problema. 

3. ORGANIZACIÓN DE IDEAS

El texto aparece dividido en seis párrafos cortos. La idea principal, el desequilibrio entre el número de titulados universitarios y de titulados en FP, aparece ya mencionada en el primer párrafo, introduciendo cifras y planteando el problema que de ello se deriva: descompensación en el mercado laboral. Esa idea aparece completada en párrafo final, donde encontramos expuesta la tesis del texto: la defensa de un sistema educativo más flexible donde la FP adquiera una mejor valoración como alternativa. Por tanto, es posible hablar de estructura encuadrada, puesto que el texto se abre y se cierra aludiendo a lo más importante de su contenido. 

En el segundo párrafo encontramos, como primera idea secundaria, la advertencia sobre una consecuencia que se deriva de la situación expuesta: la progresiva devaluación salarial de los universitarios, al estar masificados, y sus mayores dificultades para encontrar trabajo en comparación con los titulados en FP. Otras ideas secundarias hacen referencia a las causas de este problema: el desprestigio social de la FP respecto a los estudios superiores (párrafo tercero) y la falta de voluntad política para solucionarlo (párrafo cuarto). En este cuarto párrafo, además, se mencionan posibles medidas a tomar. La última idea secundaria plantea la referencia a la situación de la FP en otros países de nuestro entorno, donde la FP está mucho mejor valorada (párrafo quinto), llamando la atención sobre cómo algunos de esos países son precisamente los que cuentan con los sistemas educativos más prestigiosos. 

En resumen, podemos notar una equivalencia casi total entre la extructura externa y la interna, repartiéndose las ideas entre los seis párrafos de los que consta el texto de forma encuadrada, como hemos dicho antes. 

También sería posible considerar que, sin menoscabo de lo dicho hasta ahora, el texto responde a una estructura clásica en tres partes en la que el primer párrafo presenta la idea principal a modo de introducción y la completa con la tesis contenida en el párrafo final como conclusión. El desarrollo estaría ocupado por las ideas secundarias repartidas en los restantes párrafos (consecuencias, causas, posibles medidas, comparación con otros países). 

Nota: esta es la respuesta más completa que se me ocurre, en la que además contemplo dos posibilidades de análisis de estructura (encuadrada y clásica) que no tienen por qué ser contradictorias, pero también cabe la posibilidad de analizar la organización de ideas de forma diferente, haciendo coincidir la idea principal con la tesis del último párrafo, de modo que estaríamos ante una estructura inductiva en la que partimos de unos hechos concretos (las cifras del primer párrafo) y las argumentaciones que van a continuación hasta llegar a una conclusión (tesis). Esto sería perfectamente válido siempre que las ideas aparezcan convenientemente explicadas. Obviamente, la respuesta a la pregunta del tema (idea principal) debe ser coherente con la organización de ideas que hayamos realizado; por eso los exámenes de Selectividad suelen plantear la organización de ideas antes que el tema y el resumen (aunque no ocurre así en este modelo en concreto). Es decir, que en caso de haber optado por la organización que estoy comentando ahora, habría que decir que el tema es "la necesidad de un sistema flexible que valore la importancia de la FP para el equilibrio del mercado laboral" y, por tanto, coincidiría con la tesis. Recordad: LO IMPORTANTE ES QUE LO QUE DIGÁIS ESTÉ BIEN EXPLICADO.

4. COMENTARIO CRÍTICO

Nos encontramos ante un texto periodístico de opinión publicado por el periódico El País el 24 de diciembre de 2007. Se trata de un editorial, puesto que no aparece firmado pese a la subjetividad de su contenido, y plantea el desequilibrio existente en España en el mercado laboral por el mayor número de titulados universitarios respecto al de titulados en FP. 

Es este un tema que sigue de actualidad, pese a haber pasado ocho años desde su publicación,  que tiene un interés particular para nosotros, estudiantes a punto de terminar el Bachillerato y en situación, por tanto, de elegir entre empezar estudios universitarios o acceder a Ciclos de Grado Superior.

La intención del texto es promover una reflexión sobre la necesidad  de poner en valor los estudios de FP, apoyándose en argumentos como las necesidades del mercado laboral  (hay muchos titulados que saben hacer proyectos, nos dice en el primer párrafo, pero cada vez menos que los puedan ejecutar), la devaluación salarial de los universitarios, derivada de la masificación, o las mayores dificultades de estos para acceder a un puesto de trabajo (párrafo segundo). Estas afirmaciones aparecen apoyadas con cifras objetivas. Cabría aportar un argumento que en el texto no queda mencionado, y es que la masificación de estudiantes universitarios puede acabar provocando también un descenso de los niveles de excelencia, pues entendemos que las propias universidades acaban adaptándose, aunque sea a regañadientes o incluso de forma involuntaria, a las necesidades del alumnado que reciben, que por fuerza debe ser más variado respecto a niveles de formación y motivación cuanto mayor sea su número. Es peligroso que ese mayor prestigio social que damos a la universidad, que el texto comenta en el párrafo tercero, acabe traduciéndose en una vulgarización de la enseñanza universitaria al acceder a ella muchos alumnos que no están realmente motivados por el estudio de su carrera ni por las posibilidades laborales que esta les puede ofrecer, y que sólo se trate, al final, de la obsesión por obtener un diploma. (¡YA ESTOY COMENTANDO!)

La tesis que defiende el texto, resumida en el último párrafo, es que necesitamos un sistema educativo más equilibrado, donde la FP encuentre el espacio que merece (y que el mercado laboral necesita) en cuanto a valoración social y demanda del alumnado. Y para ello se necesita una firme voluntad política. Se mencionan, sin entrar a desarrollarlas, posibles medidas como aumentar la relación entre el sistema educativo y el mundo empresarial. Sin embargo, el texto pasa por encima de una cuestión, acaso la más importante a la hora de explicar los porqués de esa situación de desprestigio social y de menor demanda de la FP: la reducidísima oferta que estos estudios tienen en España. Un alumno que termine la ESO encuentra mayores facilidades para entrar en Bachillerato que en muchos ciclos de Grado Medio, en los que las plazas son muy limitadas. Por tanto, cabe preguntarse si esa menor demanda de la FP respecto a los estudios universitarios es sólo una cuestión de prestigio social o si también se debe en gran medida, como parece lógico pensar, a la falta de oferta real. Y ese problema no depende sólo de voluntad política, de aumentar la relación entre el sistema educativo y las empresas o incluso de elegir otro nombre para este tipo de formación, sino que estamos hablando de la necesidad de una inversión económica muy fuerte, en profesores, infraestructuras y materiales, que permita a los alumnos contar con una alternativa real con una oferta variada y suficiente. (¡SIGO COMENTANDO!)

No obstante, el argumento del prestigio social no carece de importancia. En España, tal vez por haber sido un país con un gran atraso educativo de siglos, siempre se ha tenido una visión de los estudios universitarios como los únicos importantes. Incluso hubo reformas educativas como la LOGSE que planteaban un panorama idealizado en el que todos los alumnos podrían tener acceso a estos estudios. Hoy en día es habitual oír hablar de la "generación mejor preparada de la historia", pese a que también es la generación con más difícil acceso a un puesto de trabajo estable y acorde con la preparación recibida. También ha sido habitual desde hace muchos años que se diagnostique la "titulitis", dicho en términos coloquiales, como uno de los males de nuestro sistema educativo y de nuestra sociedad en general. Al hilo de la comparación con otros países que el texto incluye en el quinto párrafo, cabe recordar que en algunos los estudios profesionales cuentan con un status muy similar a las carreras universitarias, existiendo incluso universidades laborales. Eso, sin duda, ayuda al prestigio social de estos estudios. 

Por todo ello, y pese a los matices anteriormente comentados, es fácil estar de acuerdo con lo que el texto argumenta, entendiendo que en una sociedad equilibrada tan útiles son los ingenieros como los técnicos que lleven a cabo los proyectos de los primeros. Y muchas profesiones imprescindibles necesitan una valoración mucho más positiva y unas posibilidades de formación adecuadas. 

Ahora bien, el texto simplifica quizá demasiado al basarse casi en exclusiva en una relación unívoca entre estudios y necesidades laborales. No debemos olvidar que hay carreras cuyas aplicaciones laborales son muy exiguas que, sin embargo, acaban teniendo una importancia capital en la buena salud de una sociedad. Es decir, que el acceso al mercado de trabajo no es la única motivación que empuja a estudiar determinadas carreras y también hay que contar con factores como la realización personal o el mero gusto por aprender. Restringir la importancia de los estudios con criterios utilitarios es una de las causas de que, por ejemplo, poco a poco vayan siendo arrinconadas las Humanidades en nuestros sistemas educativos, obviando que son fundamentales para la formación de una sociedad con sentido crítico y solidez cultural. 

A ese respecto, cabe dar por buena la demanda que el texto realiza, que no es otra que la de contar con un sistema educativo más "flexible". Y esa flexibilidad supone, entre otras cosas, que los alumnos puedan plantearse sin prejuicios a qué quieren dedicarse en su vida laboral sin que ello signifique necesariamente renunciar a otras posibilidades de formación que consideren enriquecedoras. El texto cita el ejemplo de Finlandia, donde un 81% de alumnos estudian equivalentes a nuestra FP, aunque en muchos casos luego continúen con estudios universitarios. Además, debemos recordar que la formación de una persona es un proceso amplio y en constante construcción que no acaba con la obtención de un título determinado y que incluye estudios, experiencias e intereses. 

En conclusión, debemos evitar prejuicios tanto para valorar unos estudios como "inferiores" a otros como para considerar que la utilidad de los estudios se debe medir siempre en función de su oferta laboral o del salario al que permitan acceder. "El saber no ocupa lugar", reza el dicho popular. Y no hay que olvidar que, sea cual sea nuestra elección, al final del camino nos espera un problema, desgraciadamente muy arraigado en España sin que hasta ahora se hayan encontrado soluciones certeras, como es una altísima tasa de paro que precisamente tiene a los jóvenes como uno de los sectores más afectados. La flexibilidad que se le reclama, con justicia, al sistema educativo debería existir también en el mercado laboral. Eso aumentaría sin duda las posibilidades de los alumnos y mejoraría el criterio con el que realizan su elección. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario